¿Qué es esfuerzo?
El esfuerzo es la capacidad para
realizar tareas que pueden requerir voluntad, resultar aburridas, largas o
complejas, pero que nos ayudan a perseguir nuestros objetivos.
La buena capacidad de esfuerzo y
perseverancia permite superar la pereza y renunciar a la gratificación o la
comodidad del momento, con el objetivo de perseguir un fin mayor.
¿Qué es responsabilidad?
Consiste en ser capaz de cumplir
las normas y deberes de forma voluntaria. Ser responsable implica procurar el cumplimiento
de las obligaciones personales por decisión propia, a pesar de que esto
conlleve en ocasiones un esfuerzo.
"La responsabilidad es
también la capacidad para asumir las consecuencias de nuestros actos y
responder por ellos."
Los adolescentes pueden
distinguir diferentes tipos de responsabilidad y esfuerzo:
· Hacia uno
mismo, (dormir bien, llevar una dieta equilibrada, no fumar o tomar alcohol…)
· Hacia su
desempeño, (estudiar, trabajar)
· Hacia el consumo, (hacer un consumo responsable y racional)
· Hacia la
sociedad (actuar con honestidad y legalidad, cumplir las normas, etc.)
"El talento y la genialidad
parecen estar más relacionados con la práctica y el aprendizaje que con las
cualidades y dones innatos."
Si bien es cierto que una buena
dosis de talento natural puede ayudar, las personas que han conseguido
realizarse o cumplir sus sueños entrenan sus capacidades a diario, practican
sus destrezas con intensidad, de forma constante y persistente.
A todos nos puede venir a la
memoria algún ejemplo de grandes deportistas, músicos o personas influyentes
cuyo éxito se fundamenta principalmente en el esfuerzo. Estos ídolos pueden ser
un ejemplo para nuestros hijos.
No es difícil encontrar tampoco
algún caso contrario: personas con un gran talento natural que no han llegado a
alcanzar sus objetivos por falta de esfuerzo y autodisciplina.
El conocido inventor Thomas
Edison decía: “Ninguno de mis inventos llegó por accidente. Yo veo una
necesidad interesante que necesita satisfacerse y hago una prueba detrás de
otra hasta que sale. El resultado del éxito es uno por ciento de inspiración (talento)
y noventa y nueve por ciento de transpiración, (sudor)”.
Las investigaciones corroboran
esta idea. Aprender de los errores y no abandonar nuestros proyectos cuando
aparecen dificultades, nos ayuda a alcanzar nuestros sueños.
Enseñarles a nuestros hijos a esforzarse
y ser personas responsables les permitirá:
· Tener más posibilidades de alcanzar sus objetivos en la vida, ya que serán capaces de persistir y no darse por vencidos, a pesar de las dificultades que se le presenten en el camino.
·
Valorar aquello que tienen, pues serán conscientes
del esfuerzo que ha supuesto conseguirlo.
·
Tener una mayor tolerancia a la frustración. Tolerarán
y aceptarán el fracaso, entendiéndolo como una manera más de aprendizaje. Les
ayudará a aprender de los errores, madurar y fortalecerse.
·
Fortalecer su autoestima, conocer la forma de
alcanzar sus objetivos les hará sentirse más seguros de sí mismos y capaces de
plantearse nuevos retos.
·
Tener una mayor capacidad para el autocontrol.
¿Cómo educar en el esfuerzo y la responsabilidad?
· Permítale que experimente las consecuencias de sus errores, sin sobre protegerle. Por ejemplo, si no ha realizado sus tareas escolares, deberá asumir las consecuencias de su falta de trabajo. Hable con él sobre alternativas o soluciones ante su falta de responsabilidad. Analice sus posibles dificultades y hágale ver los resultados de no cumplir con sus obligaciones.
·
Enséñele a cumplir con su palabra, aunque le
suponga un esfuerzo. Si se ha comprometido a participar en un equipo deportivo,
anímale a cumplir con el equipo, aunque en ocasiones le suponga un esfuerzo. No
permita que abandone por falta de motivación o interés. Pídale que cumpla con
su compromiso. Esto le ayudará a reflexionar sobre sus obligaciones y la
importancia de su cumplimiento.
·
Eduque desde el ejemplo. Seguro que hay muchas cosas
que hace que le cuestan esfuerzo, pero que implican cumplir con su
responsabilidad. Hágaselo saber a sus hijos con algún ejemplo.
·
Cuéntale sus anécdotas de superación y trabajo,
haciéndole ver que muchas veces aprendemos de nuestros errores.
·
Cuide su lenguaje, orientándolo a potenciar el
esfuerzo. En ocasiones utilizamos
algunas expresiones que, sin darnos cuenta desaniman a los niños a seguir
esforzándose.
·
Es mucho más saludable reflexionar sobre un error
de los niños no tanto en función de los resultados que obtienen por su trabajo
sino valorando el proceso que han llevado a cabo, (su esfuerzo, estrategias, logros…).
·
Eduque desde la responsabilidad. Explíqueles
cuáles son sus responsabilidades más importantes: la familia, el trabajo, el
hogar... Hágales saber que su mayor responsabilidad es su cuidarlo y educarlo,
que se esfuerza por verlos crecer seguros y sanos, y que es precisamente ese
esfuerzo el que le da las mayores satisfacciones.
·
Sea constante con las normas familiares y tenga
paciencia.
Fuente:
Consejería de la educación y ciencia. Taller de elaboración y recopilación de materiales para escuelas de padres y madres, Unidad de trabajo: educar en el esfuerzo y la responsabilidad (2007). Recuperado de https://www.zona33preescolar.com/escuela-para-padres/
Educando en familia (2019) Recuperado de https://www.educamosenfamilia.com/post/2019/10/01/esfuerzo-y-responsabilidad-propuestas-pr%C3%A1cticas-para-adolescentes
Muchas gracias por la información. En la medida que los padres conocemos acerca de estos temas, podemos guiar mejor a nuestros hijos. (Mamá de Annett Wolf - 6.A)
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