Escuela para padres 5° Grado: ¿Cómo ayudar a nuestros hijos a regular sus emociones?


Los padres siempre quieren poder ayudar y orientar a sus hijos, sin embargo, en ocasiones, este trabajo se vuelve demasiado difícil por la falta de información sobre lo que les ocurre, especialmente cuando llegan a la adolescencia. Sabemos que esta es una etapa en la que la inseguridad rodea a los jóvenes, quienes pocas veces comparten con sus padres aquello en lo que piensan, sienten o les preocupa. 

Reacciones emocionales en los adolescentes

La adolescencia es un período de desarrollo intensivo y cambios en el ámbito emocional.

Los cambios bruscos de humor y la excitabilidad son especialmente característicos en niños entre 11 a 14 años. En principio, todo lo experimentan en formas extremas: todo es demasiado bueno o malo...

En esta etapa es importante prestar atención a los problemas de los jóvenes de estas edades, teniendo un trato comprensivo para ayudarles a resolverlos.



Consejos para ayudar a nuestros hijos:

1.  Hablar con ellos

Muchos padres pueden pensar: “A diario le pregunto cómo está, cómo van sus calificaciones en la escuela” y su respuesta es “bien” y aquí es donde termina la conversación. ¿Cómo puedo lograr que se abra?

·    Es importante validar sus sentimientos. No tratar de resolver sus problemas, sino escuchar. Si su hijo, por ejemplo, está triste porque se peleó con un amigo, más que decirle algo como “no importa, tienes otros amigos”, puede escucharle y responderle “vaya, me imagino que debes de haberte enojado mucho”.

·    Aunque parezca que no les importa, los adolescentes siguen buscando y necesitando la aprobación de sus padres. Elogiar las cosas que hacen bien y buscar motivos para animarles son buenas estrategias para ayudarles a fortalecer su autoestima.

· Debe procurarse compartir tiempo juntos, mantener las comidas en familia y buscar actividades que puedan disfrutar juntos para fortalecer su relación. Recuerde: Lo importante es la calidad y no la cantidad de tiempo que compartan.

2. No prohibir la manifestación de emociones

Cuando los padres no les permiten a sus hijos expresar sus sentimientos, ellos se convierten en adultos muy reservados, quienes sufren al reprimir sus emociones. Las reacciones emocionales ocultas son una causa común de enfermedades psicosomáticas.

Estas son algunas frases comunes que no favorecen la manifestación de sentimientos: “los niños no lloran”, "¡no llores, que no pasó nada!”, ¡“tienes que ser fuerte, ya estas grande"…

La mayoría de estas expresiones van dirigidas a los niños, pero también se las dicen a niñas.

3. Ayudarle a gestionar la ira y la tristeza

Para empezar, cabe destacar que la ira y la tristeza son emociones y, como tal, son perfectamente aceptables. No es malo estar triste ni estar enojado. Es importante controlar la expresión emocional, pero no reprimir las emociones.

El problema es que muchos adolescentes, y también adultos, no saben gestionar de forma adecuada las emociones como el enojo o la tristeza.

Es importante tomar en cuenta que la forma en la que los padres se comportan ante la presencia de sus hijos los afecta. Si el adulto grita y constantemente se le escuchan insultos, no sería una sorpresa que en un futuro su hijo repita estas conductas.

Por ello echar primero una mirada a sí mismo de cómo se expresan las emociones, facilitará que los jóvenes muestren lo que realmente sienten.



4. Enseñar a expresar sus emociones

Invitar al adolescente a hacer un alto y hablar de forma consciente de lo está sucediendo, de modo que pueda comprender con quién y por qué ha brotado un sentimiento en particular. Por ejemplo, para expresar: estoy enojado porque mi papá me dijo que me iba a llevar a la casa de mi amigo y no lo hizo, en lugar de gritar, llorar, resentirse y aislarse.

También vale la pena dominar formas de expresar y sacar sentimientos negativos. El movimiento, el deporte, la creatividad, la terapia de arte ayudan mucho. Se necesita encontrar la actividad que más se adecue, dependiendo de las necesidades y diferencias individuales.

5. Cuando experimenta emociones fuertes, hablar es especialmente importante

En estas situaciones es imprescindible decirle que cada vez que sienta que pierde el control, se dé la oportunidad de calmarse y después de eso, hablar. Además, el adulto puede ayudar a tranquilizarlo, prestando atención a lo que dice hasta que logre expresar el problema de tal forma que sea capaz de ver con más claridad el hecho ocurrido.

Así se le enseñará al adolescente a ser consciente de lo que está sucediendo y a resolver sus problemas a través de la comunicación, y no a través de gritos.

 


Fuente:

Rocío, C. (2019) Las claves definitivas para comunicarte mejor con tu hijo adolescente. Recuperado de https://www.lavanguardia.com/vivo/mamas-y-papas/20190525/462422219828/claves-comunicarte-mejor-hijo-adolescente-relaciones.html

 

CEUPE Magazine. Emociones y sentimientos en la adolescencia Recuperado de https://www.ceupe.com/blog/emociones-y-sentimientos-en-la-adolescencia.html


Comentarios

  1. Si. Es una etapa donde ellos están con sus emociones a flor de piel y con mas dificultad en el encierro y distanciamiento, donde ellos extrañan poder abrazar a su mejor amig@, platicar... salir... quierase o no era la forma en la que ellos se desahogaban. En mi caso que tengo 2 hijos me funciona mucho salir solo con un hij@ a platicar para que me cuente que le sucede. una ida al cine, o comer sorbete... una hamburguesa he logrado estar mas pendiente de lo que sucede a su alrededor cuando me cuentan en confianza lo que les molesta. ZINNIA PAREDES/ ZINNIA VALENTINA COTTO PAREDES/ 5° C

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  2. Me parece importante el crear un buen clima de confianza, que les permita a nuestros hijos una buena comunicación. Sin embargo, en esta nueva normalidad, donde las responsabilidades laborales, las adecuaciones en casa, la falta de convivencia con nuestros amigos o familias, dificulta en gran medida dicha comunicación. Tenemos un reto mayor como padres, pues nunca tuvimos un manual de actuación como papás, pero simplemente repetíamos lo que aprendimos de nuestro entorno... Pero ahora que todo es nuevo, divertirse, aprender, practicar la fe, ir a la Escuela debe ser una nueva construcción que requiere de todas nuestras energías en pro del bienestar de nuestros niños.

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